Los aficionados al ‘nordic walking’ de Lugo desafían las empinadas laderas en los caminos próximos a Cota, donde un paisaje de contrastes y unas vistas panorámicas espectaculares aguardan como merecido premio.
El concello de Friol volvió a ser el destino elegido por los intrépidos ‘walkers’ de Lugo, esta vez con un objetivo claro marcado en el horizonte: alcanzar Cota y la cima del cordal. La jornada se presentaba desafiante, con la promesa de una ascensión constante que pondría a prueba la resistencia y la técnica de los amantes del ‘nordic walking’.
Desde el inicio, la pendiente no dio tregua. Un ascenso sostenido de 1.9 kilómetros exigió el máximo esfuerzo de los deportistas, quienes, con el apoyo de sus fieles bastones, recolocados en 5 cm para lograr empuje, fueron ganando altura paso a paso. A medida que avanzaban, el paisaje comenzaba a revelar sus contrastes. En las zonas más elevadas, las cicatrices de podas anteriores dejaban un terreno más desnudo, mientras que en el valle que quedaba atrás se extendían preciosos bosques de hoja caduca, un manto verde de pastizales que anticipaba la riqueza natural de la zona.
A mitad de la subida, el escenario experimentó un giro inesperado. De pronto, la belleza de un bosque frondoso y diverso dio paso a una formación más uniforme y baja de pinos de repoblación. Un cambio abrupto en la vegetación que, si bien sorprendió a los caminantes, no hizo mella en su determinación por alcanzar la cima, ahora con viento Nordés empujando lateralmente, donde la temperatura descendío varios grados.
Y la recompensa no se hizo esperar. Al llegar a lo más alto, el esfuerzo se vio sobradamente compensado por unas vistas que robaban el aliento. Ante sus ojos se desplegaba un impresionante panorama: la singular depresión de Cova da Serpe, la vasta extensión llana de la Terra Chá extendiéndose en la distancia, la silueta del Monte de Paramios recortándose en el horizonte y, como telón de fondo majestuoso, la inconfundible línea de montañas de la Reserva de la Biosfera Ancares, Montes de Cervantes, Navia y Becerreá.
La sensación de plenitud y logro era palpable entre los ‘walkers’. El cansancio de la subida se diluía ante la grandiosidad del paisaje. Cada metro ascendido, cada esfuerzo realizado, había merecido la pena para poder contemplar esta panorámica excepcional que ofrecía la cima de Friol. Una vez más, el ‘nordic walking’ se erigía como la herramienta perfecta para explorar y disfrutar de la riqueza natural de la provincia de Lugo, demostrando que, a veces, para alcanzar la belleza, es necesario afrontar las cuestas más exigentes.
La bajada: aburrida y sin exigencia.
ACTIVIDAD SUBVENCIONADA POR LA Excma. DIPUTACION DE LUGO. ÁREA DE MEDIO AMBIENTE .
Link acceso site da Excma Deputación de Lugo adicado a Reserva da Biosfera Terras do Miño